miércoles, 29 de mayo de 2013

Aprende a amarte

Nos dedicamos a compararnos, a analizar nuestros rasgos físicos a cada segundo que pasa. Anhelamos lo que las empresas de cosméticos, moda y similares dictan. Nos convertimos en intentos de un mismo patrón a veces antinatural y nada hermoso, pero nos convencemos de que eso es a lo que debemos llegar. A veces somos nosotros mismos nuestro peor enemigo. Aunque no son sólo nuestros pensamientos o actos los que dejan entrever a dónde queremos llegar, qué aspecto deseamos conseguir. También influye la opinión de los demás. Hablando del resto, estamos etiquetándolos y si nos oyen, crerán nuestras ideas. Por ejemplo, un niño que ha crecido y ha vivido toda su infancia con la etiqueta de "patoso" al final acaba creyendo que lo es realmente. Por eso hay que ser cautelosos a la hora de imponer ciertos adjetivos a las personas.

Quiero dejaros este anuncio de Dove, que refleja perfectamente lo que llegamos a taladrar a veces ciertas ideas y opiniones y las consecuencias que ello conlleva. 



"La curva más hermosa de una mujer es su sonrisa" Bob Marley


"Para tener unos labios atrayentes, pronuncia palabras afectuosas. 
Para tener una mirada cariñosa, busca el lado bueno de las personas. 
Para estar delgada, comparte tu comida con el hambriento. 
Para tener el pelo precioso, deja que un niño lo acaricie con sus dedos.
Recuerda, si alguna vez necesitas una mano, la encontrarás al final de tus brazos. 
Cuando envejezcas descubrirás que tienes dos: una para ayudarte a ti misma y otra para ayudar a los demás. La belleza de una mujer aumenta con el paso del tiempo, no radica en la estética. 
La belleza de una mujer es el reflejo de su alma."
Audrey Hepburn

martes, 28 de mayo de 2013

El camino del éxito




TRANSCRIPCIÓN DEL VÍDEO:

"Es posible que lleves tiempo pensando que no sabes qué hacer con tu vida, que no sabes hacia dónde quieres ir, pero que pase lo que pase quieres tener éxito. Vamos a hablar sobre el éxito. Prácticamente todos los días me llegan mensajes de gente que dice: “tengo que elegir carrera y no sé qué hacer. Quiero tener un trabajo de éxito y que me dé dinero, pero no sé qué es lo que tiene más salidas…”. Este es el comienzo del camino hacia el fracaso. ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Qué es lo que te apasiona? Ves gente con trajes y dinero, y con trabajos estresantes y crees que eso es éxito. Eso no es éxito. Lo único que quieres entonces es dinero, y nadie va a poder ayudarte con eso porque, permíteme que te lo diga, todo el mundo quiere dinero, eso no te hace especial. A pesar de todo eso hay gente que tiene objetivos, tiene metas, sueña con cosas… Pero no paran de ponerse excusas. “No sé lo suficiente… Hay mucha crisis… No tengo dinero para arrancar este proyecto… No tengo recursos…”. Esto es todo mentira. El recurso más importante que necesitas para hacer cualquier proyecto está en tu cabeza. 

¿Sabes por qué se paga tanto por la gente con ideas? Porque no se pueden producir en masa. No importa cuánto dinero tenga una persona, ese dinero jamás va a ser capaz de producir las ideas geniales que tu mente puede crear en una habitación que está vacía. Y si lo intentas, y tienes una idea, y sueñas con ella, te van a decir que es imposible. Que seas realista. Incluso igual tú mismo te dices que seas realista, que no se puede hacer. ¿Cuánta gente que ha tenido éxito en su vida ha sido realista? La persona que decidió que iba a poner un barco de metal gigante en el agua y que iba a transportar a gente, no estaba siendo realista. La persona que inventó Internet, un medio de comunicación que conecta de forma invisible a todas las personas del mundo, no estaba siendo realista. ¿Por qué querría alguien ser realista? Si en el momento en que desechas tu idea y abres la puerta a ese “ser realista” estás aceptando y haciendo posible que esa idea de imposibilidad se cumpla. Pero bueno, tampoco te engañes pensando que el éxito es tan solo una idea o solo un sueño. Alguien muy sabio dijo una vez que el éxito es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración, es decir, de esfuerzo. Esto viene a decir, en  otras palabras que el trabajo duro vence al talento cuando el talento no se está esforzando. Existe un defecto generalizado que consiste en no saber diferenciar entre talento y habilidad. El talento es algo con lo que nacemos, la habilidad es algo que se crea con determinación y con horas y horas de dedicación a lo mismo. Y no importa cuánto talento tengas, tu talento te va a fallar como no trabajes en tus habilidades. Hay muchísima gente genial que se acomoda en ese talento y no tiene éxito en un campo, porque eso no es suficiente. Tienes que pararte y pensar: “¿Cuánto deseo esto? ¿Cuánto quiero llegar a esta meta y cuánto estoy dispuesto a dar para cumplir este objetivo?” Porque esto es lo que te vas a tener que recordar constantemente para cumplir este objetivo. 

Piensa que en el camino la competencia va a ser brutal. Mientras estés durmiendo va a haber alguien que esté trabajando para ser el mejor en lo mismo en lo que tú quieres tener éxito. Mientras estés descansando o aireándote va a haber alguien que va a seguir trabajando en lo mismo en lo que tú quieres tener éxito. Y si no estás dispuesto a poner todo ese esfuerzo, quizá simplemente no has sido sincero y esa no es la meta a la que quieres llegar, quizá no es el objetivo al que querías llegar, porque si lo es te aseguro que te vas a esforzar, vas a trabajar todos los días como si es el último día en el que puedes trabajar en eso. Como si no tienes más tiempo y está toda la gente en tu nuca gritándote que es lo que tienes que hacer. Así que deja de culpar a toda la gente que tienes a tu alrededor de tu falta de éxito, deja de pensar que tienes mala suerte, deja de creer que el universo está en contra de que tú consigas algo o de que hay alguien que está dispuesto a hacer lo que sea para que no llegues a conseguirlo, porque sinceramente todas son mentira, y todas son verdad en la medida en que nosotros permitamos que lo sean. Si quieres algo, hazlo. Haz todo lo que esté en tu mano, cada hora, cada día, cada semana para conseguirlo. Dicen que el precio del éxito es altísimo, pero es que la recompensa también. Que si te arriesgas lo puedes perder absolutamente todo, pero también vas a ganar un montón de cosas mucho más importantes que las que vas a perder. Deja de lado la negatividad y deja de ponerte excusas para no salir de tu zona de confort. Deja de decirte que ya lo harás, ayer era tarde. Ya tendrás tiempo después de volver, cuando lo hayas conseguido, y decirles a todos los que te están diciendo que no es posible que ya lo has hecho. 

Así que si me vas a mandar un mensaje preguntándome qué es lo que puedes hacer, decídelo tú. Nadie mejor que tú puede decidir qué es lo que quieres hacer y qué es lo que vas  a hacer. Y sobretodo tened un montón de paciencia, siempre tened paciencia hagáis lo que hagáis.  Las películas con sus pequeñas secuencias de 30 segundos en las que pasan meses y alguien consigue algo han hecho que tengamos esta idea de que las cosas se consiguen en tres días, y que si en tres días no lo has conseguido, lo tienes que dejar porque va mal. Las cosas requieren muchísimo tiempo y muchísimo esfuerzo. Y como no estés dispuesto a hacerlo, no lo vas a conseguir, te vas a quedar en esa mediocridad de pensar que lo podrías haber hecho pero nunca llegaste. Alguien a quien admiro mucho, en una entrevista, dijo que no intentes construir un muro. No te digas a ti mismo: “voy a construir el muro más increíble y más impresionante que se ha construido jamás”. En vez de eso di: “voy a colocar este ladrillo de la forma más perfecta que se puede colocar un ladrillo”. Y haz eso todos los días. Así es como se construye un muro. 

[...] Sólo te hace falta un momento de locura y de decir “lo voy a hacer”, porque en el momento en que tú decidas que vas a hacer algo, es el momento en que se va a hacer realidad."

jueves, 16 de mayo de 2013

Tu caligrafía es una radiografía de tu subconsciente

Ayer tuve el placer de asistir a una conferencia muy interesante y quiero compartir lo que saco de ella (aunque investigaré más sobre el tema). Se trata de un evento organizado por Movement Motivation and Brain que se encargó de traer a la universidad a Quim Valls, grafólogo y creador del método KIMMON (y de quien os recomiendo leer esta Contra de La Vanguardia) y Manuel Ramírez, coach y creador del aprendizaje experiencial del método KIMMON.

El título de la conferencia era "¿Sabías que tu letra muestra y determina tu comportamiento?", así que como ya sabéis que me gustan e interesan mucho todos los temas relacionados con la mente, ya podréis imaginar que disfruté como una enana.

Bien, para empezar, Quim nos presentó sus libros y su método, que pretende mejorar a la persona o sacar sus mejores cualidades a la luz a través de una serie de ejercicios y de rediseñar su caligrafía. A raíz de haber observado los rasgos comunes de la escritura de gente exitosa, se dio cuenta de que todos reflejan una serie de cualidades: Tener un buen autoconcepto, ser proactivo, tener perseverancia, ser optimista, tener una buena autogestión emocional, ser empático, extrovertido, poseer paciencia y ser grato.

¿Cómo se entrena todo esto? Durante nueve meses se van potenciando cada una de las virtudes. Cada cualidad con una serie de técnicas que si os interesa podéis leer aquí.

Pero, os estaréis preguntando, ¿realmente se pueden saber tantas cosas mediante la letra? Pues se ve que sí, científicamente aún no hay estudios serios que lo corroboren pero hay datos estadísticos que afirman que desde luego sus resultados son mucho más que buenos. En un test psicotécnico, uno puede mentir si por lógica cree que le conviene más contestar con una respuesta antes que  con otra pero en la letra o en la firma es difícil mentir, pues es inconsciente. Como él dijo "nuestra caligrafía es una radiografía de nuestro subconsciente"Nuestra letra representa nuestro yo social y nuestra firma nuestro yo íntimo

¿Y por qué? Pues bien, con nuestra manera de escribir dejamos la huella de nuestro estado de ánimo, pensamientos, emociones,... Incluso, parece ser que se pueden llegar a detectar algunas enfermedades.

A través de la escritura a mano (que por cierto tonifica la memoria y reactiva neuronas, por eso escribiendo las cosas se nos quedan mejor) se puede reeducar los ganglios basales que es donde se ubican, entre otros, los hábitos de las personas (también la hiperactividad, así pues reeducando la letra se puede también llegar a controlar ésta). Modificando nuestra manera de escribir, modificamos nuestra personalidad y rasgos y también nuestros hábitos emocionales.

Esto se ha de lograr con el hemisferio derecho, que es el hemisferio de las acciones inconscientes y representan el 90% de las acciones que llevamos a cabo (inconsciente no significa arbitrario, sino que respetan los patrones impuestos y más arraigados de nuestras creencias o reglas interiores). El otro 10% corresponde, evidentemente, al hemisferio izquierdo que es el hemisferio lógico. Para transgredir el orden, es decir, para poder cambiar (reeducar) nuestros hábitos hay que acceder al hemisferio derecho. ¿Cómo? Entrar al subconsciente es difícil, uno de los ejercicios que nos propuso es las llamadas "instrucciones nocturnas" que consisten en repetir una serie de frases enfocadas a mejorar estos hábitos justo en el momento antes de dormirnos, que es cuando (por decirlo de alguna manera) la parte consciente ha bajado la guardia y las neuronas establecen más conexiones (cuando dormimos se reordenan y reorganizan los conocimientos, por eso siempre se dice que antes de ir a un examen hay que dormir porque sino lo que has estudiado no sirve de nada porque no acaba de "colocarse en su sitio").

Resumiendo, la caligrafía y otras técnicas son herramientas muy útiles para rediseñar nuestro subconsciente, y poder así dejar atrás complejos, problemas u otros conflictos interiores que pensamos que están resueltos pero que sólo lo están de manera consciente.

Os dejo un vídeo de Quim explicando un poco todo esto:


lunes, 13 de mayo de 2013

Trabaja en lo que amas y ama tu trabajo

Todavía recuerdo el primer día que pisé una empresa. Era un joven de 18 años, lleno de ilusión y sueños. Ese día me levanté especialmente temprano. Cuando me senté en la mesa de la cocina para tomar el desayuno, mi padre me esperaba para desearme buena suerte y para darme una serie de consejos, los cuales he procurado seguir todos los días.
Fueron 10 consejos;  muy simples, muy claros, algunos de ellos difíciles de ejecutar (sobre todo cuando las cosas no van bien). Estos consejos, me han permitido avanzar y conseguir cada uno de los pequeños retos con los que me he ido encontrando en el transcurso de mi, todavía corta, trayectoria profesional dentro del sector. Los consejos fueron los siguientes:
1. Con ilusión y esfuerzo, se consiguen todos los objetivos que uno se propone.
2. Muchas veces no puedes elegir el trabajo a realizar, pero siempre puedes elegir la actitud con la que lo realizas.
3. Ten confianza en ti mismo para creer y sentir que en cualquier situación, por muy difícil o dura que sea, haces siempre lo correcto.
4. No te pagan por ir a trabajar, te pagan por hacer bien tu trabajo. 
5. No hay cliente pequeño. 
6. Un cliente tarda meses en conseguirse y 5 segundos en perderse. 
7. El día que comiences a sentir que en la empresa va todo bien y que no hay nada que mejorar, será el día que comenzará tu ruina profesional. 
8. Lo difícil se hace, lo imposible se intenta. 
9. Ten dos oídos y una boca, de esta forma siempre escucharas el doble de lo que hables. Serás libre de tus silencios y esclavo de tus palabras.
10. Intenta aprender todos los días de las personas que te  rodean, todo el mundo tiene cosas que enseñar.
No quiso terminar el desayuno sin transmitirme un último mensaje, pero no por ello menos importante: “Se feliz en donde trabajes. Vas a pasar como mínimo un tercio de tu vida. Aprende a amar tu trabajo, se un apasionado de él, transmite esa pasión y tu esfuerzo se verá recompensado de muchas formas.“. 
Este último mensaje tardé algún tiempo en entenderlo. Ahora sé exactamente a qué tipo de recompensa se refería mi padre.
Después de algunos años trabajando, me considero un privilegiado por tener un trabajo que me encanta y me motiva, trabajar con un equipo de grandes profesionales y mejores personas de los que aprendo cada día, un trabajo que con el transcurso de los años, me ha permitido conocer personas y tener amigos por todo el mundo; viajar a lugares que jamás pensé que tendría la ocasión de conocer y desarrollar una actividad en la que no he conseguido aburrirme ni un solo día, en todos estos años porque me permite seguir superando retos que nos plantean los mercados globales, los clientes o los avances tecnológicos.
Con esta historia, no he pretendido transmitir el mensaje que la vida profesional es un mundo perfecto, porque no lo es. Una de las cosas que he aprendido en todos estos años, es que el mundo laboral perfecto o imperfecto se lo construye uno mismo: con humildad para aprender lo que no se conoce, con esfuerzo para superarte todos los días y con gran dosis de compañerismo para anteponer el éxito del grupo a los logros personales.
(Autor desconocido)

sábado, 11 de mayo de 2013

El poder de una sonrisa

Cada uno de nosotros tiene su manera particular de buscar o bien practicar la felicidad. La mía se basa en cuatro claves o pautas que intento cumplir o al menos haber dedicado a ello una parte de mi día:

- Cuida tu aspecto, tu cuerpo, sin caer en lo superficial, pues en él se reflejan más cosas de las que crees. Si tú no te sientes bien contigo mismo, no te sentirás bien con los demás. Aprende a aceptarte tal y como eres.

- Cuida tus pensamientos. Resuelve tus conflictos interiores y reflexiona. Aprende de tus errores. Caer en la rutina es una de las peores cosas que nos puede suceder, pues el hecho no ser conscientes de por qué hacemos las cosas de una determinada manera es todo lo contrario a vivir, ya que nos hace olvidar que lo único que tenemos es el presente.

- Cuida tus pasiones. Dedícales un tiempo cada día. De nada sirve intentar rendir en nuestras obligaciones, olvidándonos de aquello que nos da motivos y fuerzas para seguir, lo que nos ayuda a despejarnos e incluso a veces a encontrar la inspiración y la creatividad.

- Sonríe. El cerebro está programado para sobrevivir, para fijarse en lo amenazante, por eso puede acabar obsesionado con las situaciones tristes sin ser capaz de percibir el resto de cosas buenas. Por eso es muy importante entrenar al cerebro para que cambie su perspectiva y ayudarle a fijarse más en las cosas buenas (por eso en el diario va bien incluir tres cosas buenas o por las que estar agradecido). Existe "la regla de los noventa segundos" que consiste en ser nosotros, de manera consciente, los que decidamos nuestro humor. Estudios científicos han comprobado que el cuerpo tarda en torno a unos noventa segundos en procesar las hormonas del estrés, pero podemos intentar "engañar" o confundir al cerebro para que no acabe de manifestar ese sentimiento. Se trata, por ejemplo, de aplicar estrategias como las que explicaba el Dr. Mario Alonso Puig en el programa El Hormiguero:

 



En la misma línea encontramos la campaña publicitaria de Danone "¿Empezamos con una sonrisa?":

sábado, 4 de mayo de 2013

Aquí y ahora

Una vez aprendido que lo importante es el AQUÍ y el AHORA, hay que intentar aplicarlo. Hoy en día, es más fácil que nunca perderse lo que está pasando ahora, en este instante, pues nos perdemos en las tecnologías y dejamos de prestar atención a lo que sucede en nuestro alrededor.

Vuelve a conectar


Reflexionando sobre este tema, me di cuenta que antes, los de mi generación vivíamos en el presente gracias a Fotolog (para los que no sepan qué es, podríamos considerarlo como una especie de diario en Intenet donde cada día se podía subir una foto y un texto). Cada 24h lo actualizábamos con lo que habíamos hecho durante ese día, le dedicábamos unos minutos e incluso a mí me gustaba reflexionar y poner trozos de algún libro o textos míos. Era mi momento.

La época en la que empecé a sentir que algo fallaba coincide con varios cambios en mi vida, uno de ellos es precisamente que dejé de lado mi Fotolog. Así que he decidido retomar esa costumbre, porque creo que me ayudará a vivir con más calidad: cada día escribiré en un diario (no necesariamente en Internet) con las cosas más importantes que haya hecho o me hayan pasado durante el día y también una cosa más: tres cosas por las que estar agradecido.

Estos dos ejercicios pretenden: el primero, ser conscientes de que hoy es el único día que tenemos con seguridad para cambiar o hacer las cosas que queramos; el segundo, para ayudar a nuestro cerebro a centrar su atención en las cosas positivas de la vida, ya que el cerebro humano, al igual que el de los animales, está programado para pensar en negativo como prevención a posibles peligros, es decir, para sobrevivir.

viernes, 3 de mayo de 2013

El guerrero pacífico

Este blog es una de las mejores herramientas para conocerme a mí misma pero también para llegar al objetivo que a partir de ahora me planteo: mejorar la calidad de vida

¿Vivimos todo lo bien que podemos? ¿Somos nosotros los que decidimos cómo nos queremos sentir en cada momento? ¿O son por contra, las situaciones en las que nos vemos envueltos o las cosas que nos pasan día a día las que deciden el curso de nuestra vida?

Si son las circunstancias las que deciden el camino que debemos seguir, ¿es triste, no crees? Bien, para empezar a cambiar de rumbo y poder coger nosotros mismos el timón de este barco llamado "MI VIDA" primero debemos ser conscientes de que el barco se dejaba llevar por las olas o situaciones que nos íbamos encontrando (el primer paso para corregir un error es darse cuenta de que existe tal), y segundo paso e igual de importante que el anterior: querer tomar el mando, querer convertirse en capitanes de nuestro destino.

Para iniciarme en este mundillo he leído algunos libros como el que ya recomendé en posts anteriores ("Una mochila para el universo" de Elsa Punset), he seguido varios blogs y sitios de internet y el fin de semana pasado vi una película que me recomendaron y que es por donde voy a empezar este viaje, pues por lo que he visto, es una película que se proyecta en la mayoría de cursos de Coaching.

Esta película es "El guerrero pacífico" (versión original: Paceful warrior) y está basada en hechos reales. El film relata la historia de Dan Millman, gimnasta universitario con un sueño: conseguir el oro en unos Juegos Olímpicos. Aparentemente, todo está bien en su vida, sin embargo, encontrará a alguien (Sócrates como él lo llama) que le hará darse cuenta de lo realmente importante en la vida, de en qué consiste la verdadera felicidadLa película trata temas como el presente, la superación de uno mismo contra las adversidades, el interior de las personas, el sentido de la vida, las pasiones...


Dejo algunas de las reflexiones que se pueden sacar de la película:


¿Dónde estás? Aquí. ¿Qué hora es? Ahora. ¿Quién eres? Este momento.


Puede que aún estés dormido, se puede vivir toda una vida sin despertarse.

Todo el mundo te dice lo que es mejor para ti, no quieren que busques respuestas sino que creas en las suyas.

A la gente le da miedo su interior. Es el único lugar en el que encontrarán lo que necesitan.

Sacar todo lo que no necesitas de tu cabeza, es decir la basura. La basura es cualquier cosa que te distraiga de lo único que realmente importa: este momento, aquí, ahora.

Cuando logres vivir el presente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien que lo haces.

Te llamo tonto cuando actúas como tal, cuando dejas que tus emociones te controlen.

-¿Qué haces cuando pierdes todo lo que da sentido a tu vida? +Todo en la vida tiene un propósito, incluso esto. Y depende de ti descubrirlo.

La gente a quien cuesta más querer es quien más necesita el amor.

Cada momento es único. No hay instantes vacíos.

El hábito es el problema. Sé consciente y responsable de tus actos.

La muerte no es triste, lo que es triste es que la gente no sepa vivir.

Un guerrero no se rinde ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace. Ser guerrero no es ser perfecto o salir victorioso o ser invulnerable. El guerrero es totalmente frágil, es su único coraje.

El accidente es tu entrenamiento, la vida es elegir. Puedes elegir ser una víctima o cualquier otra cosa que te propongas.

Tres reglas: Paradoja (la vida es un misterio, no pierdas el tiempo entendiéndola), humor (no pierdas su sentido), cambio (no hay nada que perdure).

La felicidad se encuentra en el camino, no en el destino.