sábado, 25 de enero de 2014

Tú puedes cambiar el mundo (Si no tienes miedo a fracasar)

Una de las cosas que veo que a la gente le da más miedo (y en algunos casos me incluyo) es el miedo a actuar. Quizás venga dado por el miedo a fracasar. Esta sociedad no se cansa de repetir que el peor es el que fracasa. Para mí el peor es el que no lo ha intentado.

"La diferencia entre lo que quieres y lo que tienes, es la misma que hay entre lo que estarías dispuesto a hacer y lo que haces."

Os dejo un vídeo que muestra cómo veía la vida Steve Jobs:


Transcripción del vídeo:

"Cuando creces, tienden a decirte que el mundo es de la forma que es. Y tu vida es sólo limitarte a vivir dentro de ese mundo intentando no golpear demasiado con sus paredes. Intentar tener una bonita vida familiar, divertirte, ahorrar un poco de dinero...
  
Pero eso es una vida muy limitada, la vida puede ser mucho más extensa en el momento en que descubres un simple hecho, y esto es, que todo lo que te rodea y a lo que llamas vida se construyó por personas que no eran más inteligentes que tú y tú puedes cambiarlo, puedes ser una influencia, puedes construir tus propias cosas para que otras personas puedan usarlas.
  
Una vez aprendes esto, no volverás a ser el mismo nunca más."

jueves, 16 de enero de 2014

Lo peor de morir es no haber vivido antes

Llevaba una temporada alejada del teclado... Y han pasado muchas cosas. Todo me ha hecho recordar aquella entrada donde decía "estamos preparados para lo que nos traiga el 2013". La verdad es que ahora lo pienso y no estábamos preparados. Pero para cosas como ésas nunca se está preparado. A pesar de todo, seguimos aquí, luchando como podemos, viviendo como sabemos. Y ahora que por fin tengo un poco de tiempo para mí, toca deshacerse de toda la carga, dejarla partir, fluir. Me iré a reflexionar y a hacer balance en breves. Toca retomar el ritmo y volver a coger entusiasmo con los proyectos que dejé a medias. Hoy quiero compartir un texto de Jorge Bucay, Hay que tener un amante, que me ayudará, creo, a encontrar las claves para devolver el brillo a mis ojos:

"Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.

Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas. Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro: "Depresión" y la infaltable receta del antidepresivo de turno.

Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan es... UN AMANTE.

Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto. Están las que piensan: ¡Cómo es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica! Y también están las que escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más.

A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición: Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.

A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby… En fin, es “alguien” o “algo” que nos pone de “novio con la vida” y nos aparta del triste destino de durar.

¿Y qué es durar? – Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia. Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.

Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, sé tú también un amante y un protagonista… de la vida. Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.

Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante… La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental: Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida."

Jorge Bucay