viernes, 28 de junio de 2013

Vales más de lo que crees

El autoconcepto es la imagen que cada persona tiene de sí misma, de manera descriptiva. Éste es el componente cognitivo de nuestra actitud, es decir, el conjunto de opinioneshipótesis e ideas que un individuo tiene sobre sí mismo (en cuanto a su personalidad, forma de ver la vida, características personales...) independientemente de que sean falsas o verdaderas, objetivas o subjetivas. Estas hipótesis le permiten describirse a sí mismo. Si al pensar en nuestro autoconcepto nos sentimos a gusto, tendemos a ser más optimistas y enérgicos. Si sin embargo no nos sentimos bien con nuestro autoconcepto, es decir con lo que creemos que somos, tendimos a ser más negativos y apáticos.

A la autoestima, por el contrario, le contribuimos un significado valorativo. Es aquello que pensamos y sentimos del conjunto de características que poseemos. La autoestima consiste en las actitudes que el individuo tiene hacia sí mismo. Es un juicio sobre nuestra propia competencia y valía personal. Ésta sería el componente emocional y evaluativo en nuestra actitud. Son aquellos sentimientos favorables o desfavorables que sentimos según sea la valoración sobre nuestras características personales. Dentro de nuestra actitud, es el elemento clave. La percepción de nuestra autoestima dependerá de nuestro concepto del yo ideal y del yo real. 
Por ello, es importante ser conscientes de que entendemos por ese yo ideal o perfecto y ser capaces de ser críticos y de cambiar (si hace falta) esos pequeños detalles que no nos gustan.

Es cierto que cada uno tiene su propio ídolo a quién le gustaría parecerse. Y no todo el mundo aspira a lo mismo. Hay quien se compara con grandes estrellas deportivas, hay quien se compara con grandes empresarios o con estrellas famosas... Todo depende de hacia donde quiera orientar su vida y/o su carrera profesional.
Pero todos tenemos en común ese ideal que nos taladran mediante la televisión, prensa, publicidad en general. Hay que intentar entender que cada uno es como es, con lo bueno y con lo malo, que cada uno tiene unas competencias distintas y de que eso trata la vida. Si todos fuéramos iguales, esto sería muy aburrido y tampoco iríamos a ninguna parte, pues se necesita un poco de todo. En un equipo de trabajo hay uno o varios especialistas de cada tema, porque uno solo difícilmente puede cubrir todos los campos. En el mundo pasa lo mismo, cada persona es especial, única y excepcional y todos tenemos talento en algún campo, sólo hay que saber encontrar cuál es. Sin rendirse ni desanimarse por el camino. Porque TODO VA A SALIR BIEN.
Me gustaría compartir este vídeo que tiene relación también con el conocido como Efecto Pigmalión (es decir, cómo una persona externa con una creencia positiva respecto a nuestra persona puede sacar todo nuestro talento y potencial haciéndonos ver esa opinión).


"La verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes" 
Charles Dickens

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